PATIO CUBIERTO
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DEDICADOS A RECREAR SABORES QUE LES RECORDARAN COMER EN LA CASA DE LA ABUELA
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HISTORIA
A través del tiempo los habitantes de Adrogue han hecho sus historias. Hombres y mujeres de ochenta años atrás aun recuerdan el olor de las calles de tierra en los días de lluvia, la polvareda de carros esquivando pozos en las mañanas de sol, mientras se repartía la leche, el pan y algunas otras encomiendas dejadas en los umbrales de las casonas de la Antigua Villa Veraniega del Sur; entre ellas estaba esta misma, cuidada a través del tiempo, sufriendo reformas pero conservando el espíritu de aquellos que vivieron y compartieron los famosos bailes del salón de los espejos del Hotel Las Delicias y de Los Plátanos, los juegos repletos de niños en las plazas del pueblo, las tardes y noches del Cine Argentino en la calle principal Esteban Adrogue, los almuerzos en la Munich los cafés de la vieja confitería frente a la Estación, los partidos de fútbol del club Adrogue y el club Nacional. Aquellos que nos sentimos nativos recordamos, por haber vivido o porque nos contaron, algunas historias de aquellos tiempos. Así, bajo este techo y entre estas paredes se formo el espíritu de la cocina casera y el buen comer que supieron trasmitir de generación en generación, con el respeto y la alegría que implica el disfrutar de la buena comida, hecho que aprendí desde pequeña de una de aquellas personas que nació por esos años el mismo día que yo, mí abuela, Salustiana.
Alejandra Catardi.
Alejandra Catardi.
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